¿Cómo puedo tener paz que sobrepase el entendimiento?
Muchos de nosotros pensamos que la única manera de tener paz es cuando podemos controlar nuestro entorno exterior. Sin embargo, la realidad es que somos nosotros los que estamos siendo controlados por nuestro medio ambiente. Posiblemente esperamos que el ambiente exterior se vuelva pacífico, pero en lugar de ello, nuestra vida está llena de esfuerzos constantes para encontrar y mantener la paz. Por otro lado, la Biblia revela una manera de vivir completamente diferente; es ese vivir el que trae una paz más elevada, más profunda, duradera y que sobrepasa nuestro entorno, independientemente de cuál sea.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
Primero, vemos algo más elevado que meramente la paz del hombre: ¡la paz del propio Dios, la cual está disponible para todos! La paz que el hombre puede generar es limitada, pero la paz de Dios es ilimitada, sobrepasa nuestro entendimiento y nuestros sentimientos. Mientras atravesamos situaciones externas caóticas y estresantes, todavía podemos tener un sentir interior de paz mediante la paz de Dios. Esta paz incluso puede proteger nuestros corazones y pensamientos. No estamos desanimados, agotados o ansiosos cuando tenemos la paz de Dios.
La paz os dejo, Mi paz os doy; Yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo (Juan 14:27).
Un cristiano puede estar débil, pero sentirse fuerte; puede sentir dolor y todavía tener la sensación de paz. Siente dolor porque se encuentra en tribulación por fuera; tiene la sensación de paz porque por dentro se encuentra con el Señor y toca al Señor.
El conocimiento de la vida, pág. 59*
En segundo lugar, la Biblia nos dice cómo podemos experimentar la paz de Dios. Dios no nos da la paz como una cosa, sino que nos da una persona: nos da al propio Cristo como paz. Necesitamos tocar a Cristo en nuestro interior para recibir paz. Esta experiencia de paz comienza en nuestro espíritu humano. Dios creó al hombre con un espíritu, pero como resultado de la caída del hombre, nuestro espíritu quedó muerto e incapaz de ejercer su función. Así que, como requisito previo para tener la paz de Dios, necesitamos que nuestro espíritu sea vivificado.
En el versículo 6 [de Romanos 8], el apóstol dice: “La mente puesta en el espíritu es vida y paz”. Esto significa que el resultado de poner la mente en el espíritu no sólo es la vida, sino también la paz. Por lo tanto, la vida es el fruto del Espíritu, y la paz también es el fruto del Espíritu. Cuando tocamos el espíritu, tocamos la vida e igualmente tocamos la paz.
El conocimiento de la vida, pág. 68*
En tercer lugar, nuestra mente es la parte principal de nuestra alma, por lo que, donde está puesta nuestra mente le seguirá todo nuestro ser. Si nuestra mente está completamente concentrada en los eventos externos que nos rodean, entonces no podremos experimentar la paz de Dios. Estaremos muertos por dentro en lugar de estar vivientes y en paz. Debemos aprender a poner nuestra mente en nuestro espíritu y tocar el Espíritu interior.
Si interiormente hemos obtenido una cantidad adecuada de Dios y hemos experimentado a Dios y la vida de Dios de una manera adecuada, por dentro tendremos suficiente paz. Esta paz no es paz en el ambiente, sino una condición de paz interior.
El conocimiento de la vida, pág. 55*
Cuarto, la experiencia que tenemos de Dios, de la vida de Dios y de la paz, van juntas. La experiencia de ganar a Dios resulta en paz. Este sentir interior de paz es más profundo que cualquier paz que podamos encontrar mediante el entorno exterior.
Si estás buscando esta paz que sobrepasa tu entendimiento y aún no has recibido al Dios de paz, con un corazón abierto dile:
Señor Jesús, te necesito. Señor, creo en Ti. ¡Ven y entra en mí! Dame Tu vida ahora mismo. Lléname de Tu paz. Gracias, Señor, por ser mi vida y mi verdadera seguridad. Te amo, Señor."
* Todas las porciones y versículos son tomados de publicaciones de Living Stream Ministry quien tiene los derechos de autor. Los versículos son tomados de la Santa Biblia Versión Recobro.