La economía de Dios - Transmisiones en vivo

Para poder avanzar en el libro La economía de Dios, es importante que primero entendamos el significado, uso y base bíblica de la palabra economía, para así apreciar su aplicación en nuestra vida cristiana.

Un recorrido por cada uno de los pasos que el Dios Triuno dio para llevar a cabo Su economía.

El Dios Triuno transmite a nuestro ser todo lo que Él es y todo lo que ha logrado. ¡Es una infusión que incluye todo lo que necesitamos! No se trata de intentar ser mejores personas o tratar de cambiar, sino de abrir nuestro ser para tener contacto con este Espíritu que nos transforma. Los ejemplos prácticos dados en esta sesión son de mucha ayuda.

Sabemos que las tres Personas del Dios Triuno están en nosotros. Pero, dentro de nosotros ¿dónde está el Dios Triuno? ¿En qué parte de nuestro ser se encuentra? La respuesta a estas preguntas es: nuestro espíritu humano ¡El Dios Triuno está hoy en nuestro espíritu! Acompáñanos en este video para conocer más del espíritu, su función y lo que lo diferencia del alma.

¿Ha sentido que su vida cristiana está estancada? Esto sólo es un síntoma de estar vagando en el alma. Necesitamos dejar de errar el blanco y utilizar la llave que nos abre el camino a una experiencia más profunda y rica con Dios. ¡Aprendamos juntos cuál es la llave y cómo utilizarla!

La experiencia que tenemos de Cristo se asemeja a tomar fotografías de Él que se imprimen en nuestro corazón. Todos los que amamos al Señor anhelamos que Su imagen se reproduzca en nuestro ser. Es nuestra oración que estas pláticas puedan brindar ayuda práctica para que nuestra vida diaria esté llena de fotografías de Cristo. ¡No es religión, sino una experiencia viva con Cristo cada día!

En nuestro diario vivir invertimos mucho tiempo y esfuerzo en cuidar de nuestro cuerpo físico, pero ¿qué tanto conocemos y cuidamos de nuestras partes internas? Para avanzar en nuestra experiencia con Dios, debemos dedicar tiempo a considerar los detalles de nuestro corazón, del alma y del espíritu. Si no conocemos nuestras partes internas no podremos llevar una vida cristiana normal y saludable. Esperamos en el Señor que nos conceda la gracia de ver claramente todas estas partes.

Dios desea tener una relación personal, íntima y afectuosa con el hombre, ¿Cómo podemos nosotros cooperar para cumplir este deseo? Al tratar con nuestro corazón y nuestro espíritu podemos llegar a experimentar tal relación conforme al deseo de Su corazón.